viernes, 10 de febrero de 2017

The book fo FA: página 30 The Moon!


Hay tantas referencias que pueden servirte para dibujar hoy en día que la mente ya no procesa igual las cosas por la gran saturación visual que nos ofrece el internet.

Esto lo digo porque he visto poco material original en las comunidades donde participo, de chicas y chicos que les gusta el dibujo, tristemente veo que solo copian, no se atreven a hacer un personaje o un dibujo salido de su imaginación, digo nada es totalmente original, no vas a descubrir el hilo negro y siempre tendrás una influencia o muchas en tu trabajo que servirán como inspiración para el mismo, pero tu idea será solo tuya desarrollada a  partir de muchas cosas.

Esto lo comento porque en la pieza que les muestro el día de hoy me han dicho que si es la mole o que es, bueno señores mi inspiración y la idea viene de principios del siglo XX y más bien a finales del XIX, esto porque la novela de Julio Verne “De la Tierra a la Luna” fue escrita en 1865, pero la inspiración visual viene de la película basada en la novela, filmada el 1902 donde está plasmada la llegada a la luna como una luna con cara de queso crema con un ojo “picado” por el cohete en el que llegan los humanos.

Como pueden ver es una versión de esa cara pero con mi idea para representarla, dibujé una luna con rostro de piedra asomándose entre la clásica luna azul románticamente mencionada en tantas ocasiones, la diferencia la hice porque recordé la frase “la cara oculta de la luna” así que imaginé una luna que ocultara su verdadero rostro entre los cráteres y el polvo que vemos normalmente en los videos, fotos  y películas.

Comencé trazando el rostro, quería un rostro duro y rudo, pero sin llegar a lo agresivo, así que dibujé varios rasgos hasta que quedó como yo quería, ya con el trazo a lápiz continué con los detalles del resto de la luna sobre todo los del rostro, que como ven quedó como el de un ídolo de oro, al final dejé los cráteres solo señalados con lápiz para definirlos bien al final con el color.

Cuando me disponía a ponerle color me cuestioné si ponerle un fondo a la luna, el espacio o un cielo de noche, pero lo dejé al final y solo trace algunos rectángulos detrás de la luna. Los sharpies serían mis aliados para rellenar las zonas más extensas, así que como quería respetar el mito de la luna de queso pero a la vez no quería el estereotipo porque lo que deseaba era tener un rostro de piedra, el color para esto era el amarillo, entonces el amarillo y el azul serían mis colores intermedios, el amarillo para el rostro y el azul para el rededor.
Ya con esto hecho con los prismacolor comencé a poner luces y sombras, pero al final si se veía muy poco definido el craquelado de la cara por lo que utilicé un estilógrafo desechable de 0.3 para delinear las piedras que hacían el rostro, y también delinee el resto del dibujo, así fui dando más textura y definición a la luna.
Al final ya con una pluma blanca le di las luces más fuertes y decidí ponerla en el espacio, por lo que en los rectángulos del fondo los rellené de negro y con lápices de colores les dibujé él indicio de algunas nubes intergalácticas y galaxias lejanas así como algunas estrellas.

Espero les guste este concepto que salió de una referencia no del internet sino de algo que vi y me gustó y que hice mi versión.
                                                       
Déjenme sus opiniones y nos leemos pronto.

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